Mercado Interno
Juan Manuel Rodríguez
A sólo 20 días de instalada la LXIV Legislatura, el Senado de la República este viernes ratificó por unanimidad, el Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre derecho a
la libre sindicalización y contratación colectiva, Con 78 votos a favor de todos los presentes (de Morena, sus aliados PT y PES, y fracciones de oposición PRD, PVEM, MC y algunos priistas), y ninguno en contra (el PAN que infructuosamente intentó impedir la discusión del tema, abandonó previamente el recinto cameral).
El senador y líder sindical minero Napoléón Gómez Urrutia (defenestrado en su país pero reconocido por el sindicalismo internacional), fue quien rescató el convenio que había estado ’congelado’ por el PRIAN de la anterior legislatura, desde julio de 2015 cuando el presidente Enrique Peña Nieto lo presentó, con documentación donde constató que se había consultado a organizaciones sindicales, como la CTM y a la cúpula empresarial.
Gómez Urrutia desde la tribuna senatorial expresó que con este convenio ’no más contratos de protección signados por las empresas con sindicatos blancos y a espaldas de los trabajadores, para mantenerlos con bajos salarios y en condiciones casi de esclavitud’, donde algunos contratos dan vergüenza, pues dejan al salario en Mexico como el más bajo de América Latina..
Los sindicatos blancos manipulados por ’líderes charros͟’ operan en función de la empresa o el
gobierno y no en defensa de los derechos legítimos de los trabajadores. El término ’charro’, común en la segunda mitad del siglo pasado y todavía vigente, se utiliza a raíz de que Jesús Díaz de León (a) ’El Charro’, arrebató por la fuerza la dirigencia nacional del sindicato ferrocarrilero y envió a prisión al líder Luis Gómez Z. El caso ocurrido el 14 de octubre de 1948 fue conocido como ’el charrazo’ símbolo de cómo actúan estos falsos redentores del sindicalismo y que es narrado con detalles por el propio Gómez Z. en su libro autobiográfico ’Sucesos y Remembranzas’,que tuvo la gentiliza de obsequiar a este tecleador. el día que hizo la presentación pública del libro, hace unos 40 años (1979).
Viene al caso porque precisamente este sábado el líder sindicato local de trabajadores de la industria automotriz, afirmó que hay mil vacantes en Nissan que no se han cubierto, ya por la mano de obra calificada, por la movilidad en los turnos y horarios de trabajo, los bajos salarios en las áreas no operativas de producción, y otros factores.
La industria automotriz está en vilo ante la incertidumbre del TLCAN tiene pendiente la participación canadiense, pero cuya relación bilateral Mexico-Eu ha sido concluida pero esta sin transparencia respecto a qué nivel afectó a nuestra soberanía o qué tanto cedimos a las pretensiones estadunidenses, porque no se ha dado a conocer su contenido hasta que sean firmados los acuerdos.
El bajo salario a los trabajadores de la industria automotriz no es desconocida cuando los fuertes
sindicatos canadienses y también los estadunidenses exigen aumentar sueldos en México porque su bajo nivel es considerada como una competencia desleal y aunque aparentemente algo lograron, no se sabe a ciencia cierta cuál fue el resultado efectivo.
La robotización productiva, cuando menos en Nissan está muy avanzada y quizá ya unos 200 procesos están siendo cubiertos por los robots, lo que no afecta aún en mucho la mano de obra ocupada, pero avanzará en el futuro. Tampoco la caída que entre 7 y 8 por ciento que ha resentido el mercado automotriz en estos primeros 9 meses del año, afectó a la industria que sigue exportando a EU y a otros países, pero sí es preocupante.
No sabemos, o cuando menos no lo mencionó el dirigente sindical local, el que ellos como
representantes de los trabajadores, hayan presentado algún anteproyecto para resolver el problema salarial ante el TLCAN, aunque hace dos o tres años se reunieron todos los líderes de las federaciones sindicales de la industria automotriz para presentar un pliego petitorio a toda la industria. Sin embargo, nunca se mencionó algún acuerdo ni siquiera si avanzó o no, aunque en ese grupo nunca se mencionó que estuviera el sindicato automotriz aguascalentense, sólo el líder de la CROM local, ahora finado.
Pronto tendremos conocimiento del efecto que producirá el convenio con la OIT para la libre
sindicalización de los trabajadores que podrán afiliarse a otro sindicato si sus líderes no responden a sus intereses, pero también sabremos de los resultados que de una u otra forma, el TLCAN impactará a una de las industrias manufactureras más importantes del país y, desde luego, que repercutirán en decenas de miles de trabajadores y a sus familias y, finalmente, en toda la economía nacional, pero particularmente en Aguascalientes cuya economía depende en alto porcentaje de la industria automotriz.