IMSS: Deporte, la mejor medicina preventiva (1)

En el amplio campo de la educación, como ya hemos señalado en otras ocasiones, se encuentran diversos aspectos socioafectivos que definen de múltiples maneras el nivel de desenvolvimiento que cada individuo va alcanzando de acuerdo a su desarrollo y medio ambiente. Las actividades artísticas, deportivas y culturales, son algunos de ellos.
Por dispositivo innato, nuestras energías nos impulsan a obrar de ciertas formas y el cuerpo las coordina automáticamente. Aún sin proponérselo, las reacciones a un estímulo son gracia que hasta el más inhibido se sorprende de poder ejercerlas, de ahí que, cantar, bailar, reír y jugar sean manifestaciones psíquicas y corporales de las que ningún ser humano está exento. Sin embargo, en los programas escolares de la educación básica, a las actividades prácticas encargadas de coordinar estas manifestaciones no se les da la debida importancia. La Educación Física principalmente, por ejemplo, es una de las que los maestros y hasta los alumnos relegan al igual que otras áreas académicas. Y siendo éste un aspecto primordial dentro de la gama de actividades escolares, parece no motivarlos a su práctica constante y coordinada.
Las escuelas que cuentan con maestros de Educación Física, por ejemplo, -salvo algunas excepciones-no han sabido aprovechar las actividades que señalan los respectivos programas como objetivos específicos. Ni autoridades educativas, ni maestros, se preocupan por hacer de ella una fuente de energías que coadyuve al fortalecimiento del carácter de los niños para la óptima realización de todo lo propuesto. Todo se resume, en muchas de las veces, en juego de balones y competencias interescuadras: ¡No existe planificación que coordine técnica y pedagógicamente tan importante actividad psicomotriz!
De ahí la importancia que tiene la propuesta del IMSS de encausar el deporte como una ’medida y medicina preventiva, a la vez, para mantenerse sano. Por eso, dada la importancia de este propósito, retomamos el artículo del Mtro. Zoé Robledo Aburto, director general del IMSS: ’Deporte: la mejor medicina preventiva’ para su conocimiento, amable lector.
--¿Es compatible atender una pandemia y simultáneamente transformar los fundamentos de una institución históricamente vinculada con lo mejor del deporte mexicano? En el IMSS creemos que sí. Así lo hicimos y desde antes del Covid.
Como se sabe, el IMSS fue un semillero deportivo. Llegó a contar con 150 entrenadores de alto rendimiento y selecciones propias. Por sus trampolines y albercas pasaron leyendas como el Tibio Muñoz, Carlos Girón, Jesús Mena o Fernando Platas. Incluso fue propietario de equipos de futbol de primera y segunda división. Pero en algún punto se perdió la representación en el deporte federado de alto rendimiento. Ante estas circunstancias había que regresar el deporte al IMSS. Por Eso, a finales de 2019 se cumplió con un sueño: la reincorporación del IMSS al Sistema Nacional de Competencias.
Es la continuación de aquella visión integral de Don Benito Coquet, director general de 1958 a 1964 de que el IMSS debía fomentar el deporte de alto rendimiento y crear espacios para vivir bien en un entorno agradable con los servicios necesarios para una plena realización individual y colectiva. Así nacieron los Centros de Seguridad Nacional, espacios de promoción deportiva, artística y cultural. De aquella época quedan 123 Centros de Seguridad Social y 12 unidades deportivas; no obstante, el desinterés neoliberal y la falta de inversión los llevaron al deterioro, una situación que desde el día que llegamos a la Dirección General del IMSS nos propusimos revertir. Continuará…

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