PALACIO
Por Mario A. Díaz
De mal en peor la Junta de Aguas. La convierten en empresa privada. Identificación ocular a los empleados
ADEMAS de haberse convertido en la caja chica de los ayuntamientos y fuente de financiamiento para el pago de distintos operadores políticos, la Junta de Aguas y Drenaje de la ciudad de Matamoros pasará a la historia con par de agregados. Uno, el despiadado saqueo en la pasada administración local panista y, dos, la práctica privatizadora que enfrenta la paramunicipal en el actual gobierno priísta de dos años.
En efecto, es un secreto a voces que ese organismo operador del agua potable y alcantarillado, único con esa constitución en los 43 municipios tamaulipecos, ha contribuido a fortalecer el erario municipal con las aportaciones de las cuotas por ese importante y necesario servicio urbanístico. Gobernadores, alcaldes y gerentes han gestionado millones y millones de pesos a fondo perdido con origen en organismos internacionales, pero, a la vez, han permitido desvíos importantes para otros fines que nada tienen que ver con la protección del medio ambiente.
Por trienios y trienios, la JAyD ha soportado financieramente estructuras partidistas, cuentas personales, constructoras influyentes e, incluso, distintos proveedores en el rubro de medios de comunicación. Sobra decir que con lo antes descrito no se descubre ni el hilo negro ni el agua tibia.
Sin embargo, en los últimos cinco años la Junta de Aguas y Drenaje ha enfrentado un par de circunstancias peculiares: la quiebra de sus finanzas y la actual operatividad privatizadora.
Veamos.
LETICIA SALAZAR VAZQUEZ, alcaldesa panista en el pasado trienio, con el visto bueno del gobernador priísta EGIDIO TORRE CANTU, prácticamente se despachó con la cuchara grande a la hora de hincar el diente a esa dependencia. Ella y su pareja sentimental LUIS ALFREDO BIASI, de acuerdo a testimonios de personal asignado a las cajas recaudadoras, ordenaban a personal a su cargo que diariamente recogieran el dinero que los usuarios pagaban por ese servicio.
Además, no realizaron los pagos correspondientes a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), tampoco cumplieron las obligaciones con el IMSS y Hacienda ni indemnizaron al personal de confianza despedido tan solo por pertenecer o simpatizar con el Partido Revolucionario Institucional.
Resultado: los números rojos que enfrenta actualmente ese organismo operador del agua cuyo consejo directivo es de mayoría panista, como consecuencia de la primera alternancia partidista en Tamaulipas. Sin embargo, los adeudos están siendo absorbidos por el ayuntamiento que es de extracción priísta.
Pero eso no es todo.
Bajo el argumento de tratar de optimizar las horas de trabajo y bajo una perspectiva empresarial, el panista gerente general GUILLERMO LASH DE LA FUENTE ha dispuesto una serie de medidas extremas que no remedian la situación financiera y, en cambio, incrementan el ya de por sí desmedido burocratismo.
LASH DE LA FUENTE ha dispuesto una serie de medidas y cambios de infraestructura que lejos de causar una buena imagen, están generando inconformidad entre los usuarios y público que tienen necesidad de realizar gestiones en la paramunicipal.
A partir de esta semana, quien desee realizar un trámite comercial o administrativo de nivel subgerencia tiene que anotar sus datos personales en un libro, para posteriormente ser acompañado por un guardia de seguridad hasta la oficina a visitar. Cierto es que el orden y la disciplina juegan un papel importante en todos los órdenes. No obstante, el gerente de la JAyD no sabe distinguir entre lo que es una oficina pública y una empresa privada.
El colmo se espera en los próximos días cuando se instale un equipo de identificación con el iris ocular para registrar la hora de entrada y salida del personal de confianza. GUILLERMO LASH DE LA FUENTE considera que el sistema de huella digital no es suficiente para controlar a los empleados.
¿Cómo la ve?
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx