Artículo
Diego Alcalá Ponce
Desde su descubrimiento hasta nuestros días, el maíz ha contribuido enormemente a la dieta del pueblo mexicano. Esta singular semilla, originaria de Mesoamérica, y domesticada en México hace miles de años, es cultivada hoy en casi todo el mundo.
Desde la elaboración de la masa para las tortillas, este prodigioso grano puede consumirse de múltiples y variadas maneras, en cuyo proceso adquiere diversos y exquisitos sabores. La cocina mexicana no sería posible sin los ricos y nutritivos alimentos a base de maíz.
Los múltiples guisos y los tradicionales antojitos forman la carta gastronómica, que además de variada y extensa, es una de las más ricas y económicas del mundo; así, por ejemplo, las tortillas, con las que se elaboran los mexicanísimos e incomparables tacos, y que pueden ser de diferentes formas y tamaños, también se puede preparar con ellas sabrosas garnachas, sopes, enchiladas quesadillas, chilaquiles, tostadas, dobladas, enfrijoladas, entomatadas, tlayudas, flautas, sopas, etc.
Y con el grano, además de aromáticos panes, atole y pozole, se elabora el incomparable mole de maíz tostado guisado con carne de venado o costillas. de puerco. Con la masa, además de las tortillas, se prepara el apetitoso tamal, que también puede ser de gustos y sabores diferentes, y al igual que la tortilla, es preferida en la mesa de la gran familia mexicana.
Del maíz industrializado puede obtenerse, desde harina hasta alcohol, pasando por el aceite comestible y la miel. Y en frituras, tanto caseras como industrializadas, desde las blancas y voladoras palomitas, hasta las hojuelas azucaradas en diversas presentaciones.
De variados colores: blanco, amarillo, negro y rojo rico en hidratos de carbono, grasas y proteínas, el maíz es, quizá, el único alimento natural que puede aprovecharse desde su tierna formación hasta su total desarrollo y sin perder sus cualidades nutricionales. Con el tierno y jugoso elote, por ejemplo, se elabora una gran variedad de deliciosos y nutritivos alimentos; y a diferencia del grano seco, el tierno tiene un rico y diferente sabor. Los tamales, el atole de elote, y aún la mazorca hervida, son un verdadero manjar y un deleite al paladar más exigente.
Su potencial energético proviene principalmente de su alto contenido en hidratos de carbono que proporciona energía de forma sostenida y lenta con un valor aproximado de 365 Kcal por cada 100 gramos. Sin embargo, México, a pesar de ser un país eminentemente agrícola y contar con suficientes tierras para su cultivo, desafortunadamente, importa maíz transgénico en grandes cantidades para satisfacer el consumo nacional.
Dado que, al igual que el petróleo, del maravilloso maíz, no se desperdicia nada, ni las hojas ni el tallo, porque sirven para todo, hasta para alimentar a los animales, ahora se utilizan también como biomasa para producir combustibles.
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