La vida como es…
Octavio Raziel
La señora Catherine Deneuve, y un importante número de escritoras e intelectuales francesas se han vestido de blanco y se ha opuesto al movimiento #MeToo.
En un amplio reportaje aparecido en el periódico El País (elpaís.es) la actriz, junto la cantante Ingrid Cabes, la editora Joëlle Losfeld, la cineasta Brigitte Sy, la artista Gloria Friedmann, la ilustradora Stephanie Blake y la escritora Chaterine Millet, fundadora y directora de Art Press, una de las revistas de arte más influyentes de Francia, se han pronunciado en contra del movimiento Time’s Up que tuvo relevancia en la última entrega de los Globos de Oro, en Hollywood y que vistió de negro a las participantes en esa ceremonia.
La escritora Abnousse Shalmani, escribió que ’el feminismo se ha convertido en un estalinismo con todo su arsenal: acusación, ostracismo, condena’. Las antis #MeToopreguntan sin son mujeres ’pobres indefensas bajo el control de demonios falócratas’.
Es, dicen, el regreso de una ’moral victoriana’ que estaría al servicio de los intereses de los enemigos de la libertad sexual, como los extremistas religiosos. Puritanismo sexual, lo califican.
’No creo que sea la forma más adecuada de cambiar las cosas. ¿Después qué vendrá? ¿’Denuncia a tu puta’?’ se preguntan en un manifiesto publicado en Le Monde.
’Como mujeres, no nos reconocemos en este feminismo que, más allá de la denuncia de los abusos de poder, toma el rostro del odio a los hombres y a la sexualidad’, concluyen.
En México, los caballeros (también los patanes) tenemos fama de lanzarnos al ruedo en cualquier plaza que se nos presente. Medio país estaría tras las rejas por tocar una rodilla, dar un beso babeado en la mejilla o un abrazo fajador a la amiga o compañera de trabajo. Claro, hay quienes no dejan dama ni para comadre.
¿Y sobre el acoso a los hombres por parte de los gais o de las mujeres que buscan beca de por vida? ¿también habrá Time’s Up?
La foto de la única hermana de Catalina, duquesa de Cambridge, tiene mucho que ver con este artículo. San Compadre se arriesgaría a la furia, a la denuncia de acoso por parte de la familia real y la justicia inglesa, y se lanzaría al ruedo para pedírselas a Pippa Middleton, las buenas noches, claro.