En el Laboratorio Nacional para Plantas en Condiciones Controladas (PlanTECC), de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) León, expertos realizan mediciones de la eficiencia fotosintética de las plantas; servicios para su crecimiento; detección de sus enfermedades; caracterización de cepas microbianas; análisis genómicos, bioinformáticos y de biología molecular.
Estas acciones se llevan a cabo con equipos únicos en el país, y con ello la Universidad Nacional impulsa el uso de la biotecnología como una herramienta para resolver las necesidades del campo, afirmó Harumi Shimada Beltrán, responsable del laboratorio.
El objetivo es que los productores sepan que hay otras formas no tradicionales de resolver los problemas de los cultivos, e impulsar la biotecnología, ’que nos puede dar mucha información sobre los patógenos y para el mejoramiento genético de las plantas’, dijo la doctora en Ciencias y especialista en biotecnología de plantas.
Además, continuó, el laboratorio tiene invernaderos y cámaras de crecimiento donde se pueden realizar estudios controlados, repetibles para empresas y/o productores.
’La gente asocia la biotecnología con las plantas transgénicas, pero es mucho más que eso, es un área que se puede seguir impulsando en el país para mejorar la producción agrícola’.
Un enfoque del PlanTECC es la caracterización fisiológica de las plantas. El fenotipeo estudia sus caracteres, en los que se puede ver y/o medir, por ejemplo, el tamaño del fruto y la hoja, y esto se relaciona directamente con los genes. ’Esto puede ayudar a mejorar la cantidad de productos’, explicó.
Si se puede entender cómo los genes tienen un efecto en la producción del fruto, entonces se puede ayudar a cambiar la producción; si se entiende cómo funciona un patógeno, se pueden ampliar las herramientas para controlarlo, detalló.
En este espacio universitario, un investigador estudia el microbioma (ambiente de microorganismos) del suelo donde crece el maíz, para entenderlo y mejorarlo, y lograr un desarrollo óptimo.
Otro grupo trabaja con microorganismos benéficos para las plantas, que les ayudan a crecer, mientras otros equipos analizan patógenos como la Phytophthora y los nematodos, los que más afectan a la agricultura.
’Brindamos asistencia principalmente en el Bajío, pero los servicios bioinformáticos podemos ofrecerlos en todo el país, incluso a nivel internacional. Estamos en un área agrícola importante y en la que los productores sufren para mantener sus cultivos sanos’, subrayó la especialista.
PlanTECC inició actividades en 2016 y es un esfuerzo interinstitucional entre la UNAM, el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional, unidad Irapuato, así como del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ).
En el caso del área de laboratorio, a cargo de la UNAM, hay ocho expertos en agrogenómica, que también realizan actividades de docencia en la licenciatura de Ciencias Agrogenómicas, en la ENES León, y con estudiantes del posgrado de Ciencias Biológicas y Ciencias de la Sostenibilidad, de la Universidad Nacional.
Además, forma parte del Laboratorio de Investigación Interdisciplinaria de la ENES León, certificado con la ISO 9001-2015. ’PlanTECC une esfuerzos de instituciones importantes en biotecnología agrícola para dar impulso a los productores. Es un área que debe promoverse, pues si se aporta conocimiento, el efecto será positivo’, concluyó Shimada Beltrán.