Constelación Andrómeda
Norma L. Vázquez Alanís
¿Qué le parecería como colofón de su opípara cena de año nuevo, una humeante y aromática taza de buen café?
Aunque para acompañar la comida tradicional decembrina, que incluye bacalao, romeritos, pavos o piernas de cerdo en adobo y otros manjares igualmente pesados o con exceso de grasa, las bebidas que a todo el mundo le vienen a la mente son los vinos de mesa o la cerveza, y para la sobremesa se piensa en los licores considerados digestivos.
Sin embargo, después de una comida copiosa lo más recomendable es tomar una o dos tazas de café, pues esta infusión ayuda a que la digestión sea lo más ligera posible porque mejora los niveles de energía que se han quedado estancados a causa de la digestión, en virtud de que activa el flujo sanguíneo.
Un estudio que efectuó Masato Tsutsui, cardiólogo y profesor del Departamento de Farmacología de la Universidad de Ryukyu de Okinawa, Japón, descubrió que el café activa la presión arterial y limpia los vasos sanguíneos, los cuales se dilatan casi al tamaño de un dedo, de manera que cuando los participantes en la investigación bebían una taza de café, manifestaban un aumento de un 30 por ciento en su flujo sanguíneo durante un periodo de 75 minutos, en comparación con quienes bebían café descafeinado.
Este trabajo, en el que se evaluaron tres parámetros: presión arterial, frecuencia cardiaca y niveles de resistencia vascular, demostró que el café puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular y que ésta aromática bebida tiene un gran potencial para explorar a largo plazo. En el proyecto participaron personas que no solían beber café y cuyas edades estaban comprendidas entre los 22 y 30 años.
Otra investigación de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, liderada en 2021 por el doctor David Kao, director médico del Centro de Medicina Personalizada de Colorado de la Facultad de Medicina, encontró que cada taza de café diaria adicional, provocaba una reducción del 30 por ciento en el riesgo de insuficiencia cardiaca, posiblemente debido al efecto de la cafeína sobre la sensibilidad a la insulina y el equilibrio hídrico del cuerpo. En este sentido, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria consideró que una ingesta diaria de 400 miligramos de cafeína, equivalente a cuatro tazas de café, es saludable para la mayoría de los adultos.
Un nuevo beneficio del consumo de café
Expertos de la Universidad de Harvard, en Massachusetts, tras un análisis determinaron que el café contiene una cantidad significativa de polifenoles (compuestos vegetales bioactivos), que son el combustible de los billones de bacterias beneficiosas que componen la microbiota intestinal y pueden reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
Al respecto, Tim Spector, profesor del King’s College de Londres, Inglaterra, dijo que es posible conocer si una persona bebe habitualmente café simplemente analizando su materia fecal. ’Hay microbios específicos que parecen crecer bastante bien en las personas que beben mucho café’; en cambio, no se encontró un efecto similar en los bebedores de té, por lo tanto, sería más beneficioso para una microbiota saludable consumir café.
El consumo de café contribuye a una microbiota intestinal sana y ello también puede estimular la actividad del intestino a través de la cafeína y otros químicos que contiene el aromático y que liberan hormonas digestivas, las cuales activan las contracciones intestinales y facilitan la evacuación.
De tal manera que beber café de forma constante todos los días repercute en tener una microbiota intestinal más saludable y con más especies bacterianas antiinflamatorias, consideró la dietista Helen Bond, quien es portavoz de la Asociación Dietética Británica.
Detalló la especialista que ’el café filtrado es una buena fuente de un compuesto vegetal beneficioso llamado ácido clorogénico, que actúa como un alimento prebiótico para los microbios intestinales, ayudándolos a prosperar y producir sustancias beneficiosas para la salud, como ácidos grasos de cadena corta vinculados al estado de ánimo’.
Ahora ya sabe los benéficos que le traerá degustar una taza de buen café para cerrar su cena de fin de año. Buen provecho.