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Asambleas presidenciales

Asambleas presidenciales
Política
Julio 17, 2017 21:40 hrs.
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Ramón Sifri › Club Primera Plana

’Crear conciencias es empezar a sacudir voluntades’ Lic. Benito Pablo Juárez García (sic) ex presidente de México bien nacido, decente y probo.

Para nadie medianamente informado en el país, escapa la atención ante la eventual designación de los candidatos al mejor negocio de México: La Presidencia de la República. En este contexto, se puede advertir que los verdaderos grupos de poder ya tomaron la decisión de ’meter la mano, el billete y los pies’ en las respectivas asambleas de los partidos políticos donde habrán de seleccionar la forma de repartirse el botín el primer domingo de junio del 2018.

A partir del anuncio de las multicitadas asambleas, TODOS los partidos políticos ya tomaron la decisión de quienes, cómo y cuándo habrán de publicar las listas de los diferentes candidatos a los 3,326 puestos políticos, mal llamados cargos de elección popular.

Y cito mal llamados porque, con todo respeto, y sin temor a equivocarme, estos cargos o huesos políticos, como los identifica mejor la ciudadanía, ’invariablemente’ han sido y siguen siendo designados y/o concesionados; pero nunca por elección. Esta repartición la realizan los mercenarios de siempre: dirigentes partidistas, el alto clero político, empresarios (los malos), coordinadores de las cámaras de senadores y diputados; los virreyes tranzas del país (Conago) y desde luego el verdadero poder extranjero que se han apoderado del régimen actual.

Así las cosas, los huesos y concesiones a tres, seis ó más años, según sea la inversión y pago a puestos en los tres órdenes de gobierno y de los tres poderes de la Unión, salvo honrosas excepciones; nunca han sido electos por el verdadero sufragio universal (voto libre, directo y secreto como ordena una democracia que se precie de serlo), desafortunadamente para la nación, el verdadero origen de estos cargos, concesiones y huesos de la politiquería a la mexicana, los deciden los de arriba nunca los de abajo y mucho menos la militancia o bases partidistas. Dicho lo anterior, nadie puede o podrá decirse sorprendido cuando se mande publicar la lista de los próximos mártires de la democracia.

Si gentil lector, es una verdadera vergüenza para los mexicanos bien nacidos, el seguir siendo conocidos por el mundo como ciudadanos tercermundistas que viven y aceptan, sin tomar verdaderas decisiones. De alto calado; dirían los sinvergüenzas y tranzas políticos chicharroneros de siempre. Para que de una vez por todas, en las próximas elecciones del 2018, cambie el maldito sistema de corrupción, impunidad, cinismo y complicidad que sigue abusando y sangrando, desde hace más de 80 años, la conciencia y vida de más de 70 millones de mexicanos pobres-pobres que hay a todo lo largo y ancho de la geografía nacional.

Como corolario, sólo resta invitar a la reflexión de los mexicanos bien nacidos, que por fortuna somos la mayoría en el país, a decidir y cambiar al país mediante su voto. Con su sufragio se puede definir el rumbo, desarrollo y característica del México que merecen las generaciones no futuras, sino las que hoy están y viven en nuestra patria. Una patria enferma, corroída por rateritos que tratan disfrazarse de gente decente.

México tendrá una nueva oportunidad para que todavía dentro de la paz social, el ciudadano bien nacido termine con esta patria ofendida, olvidada, marginada. Que unos días sí y otros también enfrenta las 24 horas una terrible desigualdad y una injusticia abusiva e inaceptable para un pueblo decente, honorable y trabajador como ninguno.

Sigo y seguiré afirmando: México, nuestra patria, nuestra tierra, nuestro pueblo y nuestra nación, no merece seguir siendo tratada como hasta ahora, los mexicanos bien nacidos debemos impedir, mediante el sufragio, continuar vivir o medio vivir explotados por elites, económicas políticas, clericales, empresariales y sociales de vulgares hampones que llegando al poder se enriquecen y cuando terminan su encargo se convierten, como por acto de magia, en los nuevos multimillonarios sexenales. Ante este escenario sólo quedan dos caminos para México: Continuar siendo un pueblo de ciegos, mudos y sordos o tumbar toda esta corrupción, impunidad, excesos y abusos. Usted decidirá, sin duda alguna, que quiere para el futuro de toda su familia y nuestra Nación.

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